Episode 461: 23 de Enero del 2025 - Devoción matutina para adolescentes - ¨Hablemos claro¨

====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2025“HABLEMOS CLARO”Narrado por: Mone MuñozDesde: Buenos Aires, ArgentinaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church===================|| www.drministries.org ||===================23 de EneroConfianza ante los desafíos"Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).El aire fresco de Corea del Sur se llenaba de cánticos y alegría en el camporí, pero era el silencio reflexivo de un joven lo que capturó mi atención después del sermón. Nos alejamos del bullicio, y con seriedad marcada en su rostro, compartió el peso que llevaba en su corazón: los problemas en su hogar, con sus padres. Sus palabras eran un reflejo de las luchas que muchos enfrentan en silencio. “En casa, las cosas están complicadas”, comenzó con vacilación. “Mis padres y yo… no nos entendemos. Cada conversación se convierte en una batalla, y cada batalla me deja más cansado”. Se sentía atrapado en un ciclo de desacuerdos y malentendidos, en una tormenta que no mostraba signos de calmarse.Le hablé entonces de Juan 16:33. Le expliqué que estas palabras no son una promesa de ausencia de problemas, sino una invitación a enfrentarlos con una confianza diferente, sabiendo que no estamos solos en nuestras luchas. “En Jesús encontramos un refugio y una paz que no dependen de que las circunstancias externas se alineen como queremos”, le aseguré. A medida que conversábamos, vi cómo sus hombros tensos comenzaban a relajarse al comprender que la posibilidad de la paz en medio de la tormenta no era solo un concepto lejano, sino una realidad al alcance de su mano.Este joven encontró un rayo de esperanza en la promesa de Cristo. A pesar de los desafíos en su hogar no desaparecieron de la noche a la mañana, su perspectiva comenzó a cambiar. En lugar de verse a sí mismo como un combatiente derrotado, empezó a verse como un vencedor acompañado por Aquel que ya ha superado las mayores aflicciones. Cuando nos despedimos, su gratitud era evidente. No por haber recibido una solución mágica, sino por la certeza de que, a pesar de las tempestades en su vida, podía anclarse en la paz que Jesús ofrece: una paz que transforma cómo vemos y enfrentamos nuestros desafíos.La paz que Cristo ofrece es más fuerte que cualquier conflicto familiar. Nos capacita para enfrentar cada día con una confianza renovada, sabiendo no importa la magnitud del problema, la victoria final 1 ya fue asegurada.Oración: Gracias, Dios, por ser mi fuente de paz y fortaleza. Ayúdame a confiar en ti en medio de las tormentas de la vida.