Episode 461: 24 de Enero del 2025 - Devoción matutina para adolescentes - ¨Hablemos claro¨

====================================================SUSCRIBETEhttps://www.youtube.com/channel/UCNpffyr-7_zP1x1lS89ByaQ?sub_confirmation=1==================================================== DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2025“HABLEMOS CLARO”Narrado por: Mone MuñozDesde: Buenos Aires, ArgentinaUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church===================|| www.drministries.org ||===================24 de EneroNada me faltará"El SEÑOR es mi pastor, nada me falta" (Salmo 23:1).En las tranquilas y verdes praderas de la Universidad Andrews, mientras avanzaba en mi doctorado, conocí un compañero cuya vida se entrelazó con las palabras del Salmo 23:1: "El SEÑOR es mi pastor, nada me falta". Su relato era un testimonio vivo de la providencia divina; una historia que comenzó con angustia y se transformó en un canto de gratitud.Este joven pastor, con sus sueños académicos en alto, enfrentó un gigante: la incertidumbre financiera. Las puertas para continuar su educación parecían cerrarse una tras otra. "Llegué al punto de pensar que tendría que abandonar mis estudios", me confesó una tarde."Oraba constantemente, buscando una señal, una solución", continuó. "Y entonces, cuando menos lo esperaba, cuando la angustia me decía que estaba solo en esta batalla, sucedió algo extraordinario". Una semana antes de que se venciera el plazo para su matrícula, y con las opciones agotadas, recibió la llamada que cambiaría su destino.Un auspiciante, conmovido por historias de estudiantes como él y deseoso de invertir en el potencial de los jóvenes, se ofreció a cubrir sus gastos de estudios. Era como si las palabras del salmo cobraran vida, y el Señor, su Pastor, lo guiara a aguas de reposo y renovara sus fuerzas. "En ese momento supe que nada me faltaría, que mi preocupación había sido escuchada y que había un plan mayor para mí",", dijo con los ojos llenos de lágrimas.Este joven pastor recibió más que una bendición financiera, recibió una lección de fe. Aprendió a confiar en que Dios conoce nuestras necesidades incluso antes de que nosotros las entendamos. Aprendió que la providencia a veces se manifiesta en los momentos de mayor necesidad, para enseñarnos que el Pastor cuida de su rebaño de maneras que a menudo no podemos anticipar.Su historia se convirtió en una inspiración para quienes lo rodeaban, y en una prueba viviente de que la fe no es pasiva, sino una expectativa activa de que Dios actuará. En la universidad, y más allá, su testimonio nos recuerda que cuando decimos "nada me falta", no lo decimos como un reflejo de nuestra capacidad, sino de la fidelidad de Aquel que promete y cumple: nuestro Pastor y Proveedor.Oración: Hoy, Padre, te agradezco por cuidar de mí, proveer lo que necesito y darme paz en medio de las dificultades.