Mateo 9, 18-26

Que pare la herida de sangrar. 1) Le suplica: le pide que cure a quien más ama. Hoy vos y yo recurrimos a Jesús pidiendo por lo que más amamos. Es lo que nos mueve siempre porque somos afectivos. Recurrir a Jesús pidiendo por otros es signo también de caridad, porque ver sufrir a quien amamos nos duele muchísimo.  Hoy pedí a Jesús por esa persona a quien tanto querés. En algún momento cerrá los ojos y decile a Jesús "hoy quiero pedirte por..." 2) La hemorroisa: es aquella mujer que hace años venia sangrando. Cuántos hoy seguimos sangrando heridas. Estamos aún dolidos por lo que nos hicieron y nos hirieron. Seguimos a flor de piel con el dolor de la lastimada que nos dio la traición o el dolor de la mentira. Hoy pedimos a Jesús que sane nuestras angustia y heridas que traemos hace años.  3) Sanada: Jesús da esperanza y te muestra que, aunque la gente se te ría, Él hace nuevas todas las cosas. No tengas miedo de buscar a Jesús y déjate sanar por Él porque para Él nadie está muerto o herido o sin cura. Él puede hacer nuevas todas las cosas.